19 de julio de 2007

El refugio de la vida

El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe,
sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia,
como se quiere después de este impulso hacia la existencia;
el hombre no es otra cosa que lo que él se hace
Jean Paul Sartre

Es como si me paralizara. Tengo el envión, el empuje, el calce de las palabras casi exactas, todo. Pero no puedo. Hay una especie de aura negacionista que no me permite plasmar lo que quisiera.

Tal vez es el temor a la página vacía lo que hace que no me anime a escribir.
En una de esas, sea el miedo de redactar cosas que se lean bonito, pero no sean lo que yo quiero expresar realmente.

Puede ser que me atormente la idea de usar estructuras triviales, de terminar cayendo en lo vano. Ser un ente más del montón, en criollo.

Si tan solo supiera la causa, podría trabajar en ella, machacarla hasta darle la forma necesaria para cuajarla este gran lío que soy. Pero no, es imposible. El control no es aplicable a toda situación, ni a todo momento ni, muchas veces, a nada. No hay decisión sobre la psiquis, ni sobre el pasado ni sobre la memoria. No se puede. Me es imposible.
Hoy es el aniversario de un día funesto. No sólo en Argentina, sino como dijo Pilar Rahola en su discurso en Pasteur 633: "la muerte en la AMIA es una herida en el mundo. Mataron en Buenos Aires a ciudadanos argentinos, pero en realidad atentaron contra su identidad civil: la que configura una sociedad libre". Nos obligaron a escribir un nuevo capítulo a tinta de sangre, quitando vidas sin derecho, sin ningún tipo de autoridad conferida por nadie.

Algunos nos paralizamos ante hojas, tememos por los escritos. Otros son capaces no sólo de imaginar ataques, sino de ejecutarlos. Y me da vergüenza. "Cuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero también queremos decir con esto que, al elegirse, elige a todos los hombres. En efecto, no hay ninguno de nuestros actos que, al crear al hombre que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos que debe ser. Elegir ser esto o aquello es afirmar al mismo tiempo el valor de lo que elegimos, porque nunca podemos elegir mal; lo que elegimos es siempre el bien, y nada puede ser bueno para nosotros sin serlo para todos" (Sartre, El existencialismo es un humanismo). Me da asco.

No puedo obviar cuestionarme en qué nos hemos convertido, en dónde quedó la simpleza del ser (¿existe acaso?), qué pasó con nosotros. Pero hay esperanzas: todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia, y muchos, no olvidamos.

1 comentario:

Sebastián dijo...

Ese existencialismo de Sartre es cualquiera de "el hombre no es otra cosa que lo que él se hace" es basura. Siempre va a estar influenciado por lo abstracto y lo universal. El hombre nace, crea y muere a partir de sus creencias.

Lo otro poco para decir, mas que precioso.